Vivian es mi protegida. Tengo la tarea de cuidarla y ocuparme de todas sus necesidades. El único problema es que esperaba que fuera una niña, una que pudiera dejar fácilmente en manos de una niñera. Pero no lo es.
Es una mujer adulta con curvas de infarto que me fascina. Estoy a cargo de su herencia. Quiero estar a cargo de ella. De toda ella. Soy el tipo de hombre que no se detendrá ante nada para conseguir lo que quiere. He aplastado a mi competencia una y otra vez a lo largo de los años, y ahora volcaré mis habilidades en mi joven pupila, rompiendo sus defensas hasta que esté completamente abierta a mí. Cuando por fin la pruebo, estoy enganchado, y me doy cuenta de que nunca la dejaré ir.
Pero su insensato hermano tiene otros planes y ha hecho tratos que implican a mi dulce Vivian. Descubrirá lo implacable que puedo ser cuando se trata de proteger lo que es mío, y Vivian me pertenece irremediablemente, igual que yo le pertenezco a ella. Para siempre.