La familia de Mara la ha animado a esperar e ir a la universidad antes de casarse. El único problema es que la única persona en la que no puede dejar de pensar resulta estar en el mismo edificio que ella. De repente, River está en todas partes y ella no tiene más remedio que caer en sus brazos.
River ha hecho todo lo posible por mantenerse alejado de Mara. Ella es toda una tentación hecha realidad y él no es bueno para ella. Cuando sus amigos hacen una apuesta sobre quién puede atraparla primero, él les dice que cuenten con él. Ha llegado el momento de jugársela, solo tiene que asegurarse de que ella nunca se entere de la apuesta. No hay problema, ¿verdad?