Mi plan es sencillo. Proponerle a un hombre y extenderle un desafío: ayudarme a lograr algo que nunca he podido hacer antes con los novios anteriores.
Pero hay reglas.
Tiene que ser un desconocido y alguien que no me juzgue si no puedo cruzar la línea de meta.
Luke Sorenson, uno de los jugadores de fútbol más famosos del mundo, no está destinado a ser ese hombre. Es el hombre con el que crecí al lado. El hombre que me rompió el corazón hace diez años, luego se mudó al otro lado del país y nunca miró atrás.
También resulta ser la única persona en el mundo que no soporto.
Pero como señala mi mejor amiga, es la mejor opción.
Además, es sólo por una noche. ¿Qué puede salir mal?
La última persona que espero ver cuando entro en un bar de la esquina al azar es Olivia Brighton, la única mujer que dejé escapar cuando perseguí mi sueño hace una década.
No sólo me encuentro con ella de nuevo, sino que le ofrezco ayudarla con su dilema, y ella acepta.
Se supone que es una ocurrencia única. Una oportunidad para demostrar mis habilidades en la cama.
Pero esa única oportunidad se convierte en un trato, que se transforma en algo que ninguno de los dos predice.
Una cosa es segura: todo está a punto de complicarse.