#1
¡Hizo un trato con el demonio dakkari!
¡Ahora, él la posee!
En el implacable planeta de Dakkar, hice lo que hacían todos los humanos en nuestra aldea: mantuve la cabeza gacha, trabajé para mantener a mi familia y, ciertamente, ¡no rompí ninguna ley dakkari para arriesgarme a incitar a la ira implacable de la raza alienígena!
Desafortunadamente, no se puede decir lo mismo de mi hermano y un error por descuido llevo una horda dakkari bárbara y nómada directamente a nuestra puerta, liderada por su poderoso Rey: ¡un guerrero frío, despiadado y con cicatrices de batalla que exige retribución!
Para salvar la vida de mi hermano, hago lo impensable...
Me ofresco al Rey de la horda como su botín de guerra. Estoy de acuerdo en calentar sus pieles, viajar con su horda a través de las tierras salvajes de Dakkar, ¡y nunca volver a ver a mi familia!
Pero, mientras lucho con mi nueva realidad, descubro que el hosco, misterioso y malhumorado Rey de la horda nunca tuvo la intención de que yo fuera su concubina...
¡Él me quiere como su reina!
#2
Ella violó sus leyes. Ahora, él ha venido a castigarla...
En mi asentamiento humano en las hostiles llanuras de Dikknr, soy una paria, una extraña chica huérfana desde su nacimiento, sola y soñando con una vida que no tengo. Cazo para sobrevivir, aunque esté prohibido, aunque infrinja las estrictas leyes Dakkari que todos debemos seguir.
Cuando mis acciones desesperadas llaman la atención de un Rey de la Horda Dakknri, un líder guerrero frío, poderoso y despiadado, con ojos como piedras y un cuerpo como el acero, intenta castigarme... y lo logra.
Pero luego hace lo inesperado.
En lugar de quitarme la vida, él me reclama como suya.
Me roba de mi pueblo y me lleva de vuelta a su Horda como su premio de guerra. Allí caliento su cama. Hago tratos con él en noches estrelladas y frías. Miro sus ojos grises y no veo un monstruo, sino un Rey Demonio que captura mi alma.
Pero los demonios tienen una forma de nunca dejar ir... y a medida que la temporada de frío desciende sobre Dakkar, empiezo a preguntarme si quiero que lo haga, incluso cuando duele.
#3
Lo llaman el Rey Loco de la Horda por una razón. Ahora, ella es suya...
Hace más de un año, fui arrancada de mi aldea humana para servir a los Ghertun, una brutal raza alienígena enemiga. Con las vidas de mi familia en riesgo, tengo la tarea de entregar un mensaje al único lugar al que ningún humano ha ido antes: la capital de Dakkar.
Sin embargo, antes de tener éxito, soy capturada por un Rey de la Horda. Un Rey de la Horda de los Dakkari, una raza bárbara despiadada, criada para la guerra y la violencia, que gobierna el hostil e implacable planeta de Dakkar.
¿Y este Rey de la Horda? Es el más despiadado e insano de todos, con su cara llena de cicatrices, sus ojos rojos brillantes y su oscura y malvada sonrisa que esconde un pasado aún más oscuro.
Yo no soy nadie. Soy tranquila, mansa y temerosa... y aún así este temible rey me quiere en sus pieles.
Tiemblo cuando me toca, pero despierta mi deseo, algo que temo que anhelo... mientras lucho por salvar a mi familia.
Ahora el Rey Loco de la Horda me tiene en su posesión...
Me temo que nunca tuvo la intención de dejarme ir.
#4
Hace nueve años, me rompió el corazón y nunca volvió.
Juré olvidarlo... si sólo pudiera.
Cuando era una niña, me enamoré de un chico dakkari. El príncipe de nuestro clan. Rukkar, lo llamábamos. Porque estaba destinado a convertirse en el mayor Rey de la Horda de nuestro tiempo.
Él era Kiran de Rath Okkili. Mi amigo,mi fuerte e inflexible protector. Su sonrisa traviesa y sus ojos dorados hacían que mi corazón revoloteara y mi alma cantara y justo cuando empezaba a creer que me devolvía el amor... me destrozó por completo y ni una sola vez miró hacia atrás para ver cómo había sobrevivido.
Nueve años después, ha vuelto. Sólo que ya no es un príncipe.
Es un Rey de la Horda, frío y cruel, con ojos fundidos como el pecado y un cuerpo hecho para la guerra.
Me prometí a mí misma que nunca lo volvería a amar. Tiene la intención de convertirme en una mentirosa.
Porque no sólo quiere mi amor de nuevo... también me exige que sea su reina
#5
Para salvar a Dakkar, debe atraerlo a su prisión mortal. En lugar de eso, se encuentra poniéndole las cadenas...
Mientras una maldición mortal sigue extendiéndose por el planeta de Dakkar, hago un trato con una bruja alienígena que afirma tener la capacidad de detenerla.
¿Su precio?
El corazón de un rey de la horda.
Sólo que el rey de la horda en cuestión es el varón más feroz que he visto nunca, con unos ojos demoníacos brillantes, un cuerpo de dios elaborado en la batalla y una sonrisa fría y cruel que promete la destrucción.
Sin embargo, cuando me ofrezco a él, todo bajo la premisa de atraerlo de vuelta a la bruja, su toque hace arder mi sangre. Su vertiginoso beso hace que el mundo dé vueltas. En lugar de miedo, siento un deseo caliente e indeseado, que despierta los instintos que me dicen que soy suya.
Cuando descubre mi última traición, el enfurecido rey de la horda jura que me tomará como su premio, que llevaré sus cadenas y que le serviré de la forma que desee.
Y mientras los peligros de Dakkar se ciernen sobre mí, me encuentro deseando mi perversa, nefasta ruina... todo a manos de un rey de la horda con el que nunca debí cruzarme
#6
En lo alto de las heladas tierras del norte de Dakkar, he vivido una vida protegida, predecible y segura. Paso los días cuidando un antiguo templo y manteniéndome al margen de las sacerdotisas. Mis noches las paso repasando las grandes historias de los reyes guerreros y las reinas que les robaron el corazón.
Pero tengo un secreto.
Soy una hembra híbrida. Mitad dakkari, mitad humana, la primera de mi especie. Las sacerdotisas lo han arriesgado todo para mantenerme oculta de las peligrosas hordas que vagan por las tierras salvajes y del codicioso rey que se sienta en el trono en Dothik. Soy el secreto que nunca pudieron dejar libre.
Entonces, un rey de la horda con ojos fundidos y el cuerpo de un dios de la batalla se presenta a las puertas del templo, exigiendo la entrada.
Es el mismo que veo en mis sueños, con una fuerza despiadada y una sonrisa tentadora. Pero no es el hombre amable que siempre imaginé. Es astuto, sensual, cruel... y cree que todo tiene un precio. Incluso yo.
Con un peligro creciente en el este y un trono precario en el oeste, me aleja del templo sagrado con audaces planes propios.
Cree que soy una ingenua chica del templo, que se plegará fácilmente a sus exigencias. Sin embargo, me enfrento a él en todo momento y le muestro mis propias garras. En lugar de miedo, la lujuria empieza a surgir entre nosotros, caliente, adictiva y prohibida. Su tacto burlón me hace temblar. Sus besos robados me debilitan.
Pero el rey de la horda de Rath Serok es tan misterioso como diabólico.
Y tiene su propio secreto... uno que cambiará para siempre el futuro de Dakkar.